Tipos de Erupciones Volcánicas

Durante un periodo de actividad, un volcán normalmente muestra un patrón de comportamiento característico. Algunas erupciones leves simplemente liberan vapor y otros gases, mientras que otras erupciones expulsan masas de lava de una forma tranquila. Las erupciones más espectaculares consisten en explosiones violentas que lanzan grandes nubes de piroclastos cargadas de gases a la atmósfera.

A menudo el tipo de erupción volcánica es conocido con el nombre del volcán más célebre cuyas características de comportamiento se corresponde a esa forma –de ahí el uso de términos como “estromboliano”, “vulcaniano”, “vesubiano”, “peleano”, “hawaiano” y otros. Algunos volcanes pueden exhibir sólo un tipo característico de erupción en un periodo de actividad, mientras que otros pueden mostrar una secuencia entera de tipos.

En una erupción de tipo estromboliano observada durante la actividad de 1965 del volcán Irazú en Costa Rica, grandes bloques de lava fundida estallaban desde el cráter de la cima originando arcos luminosos en el cielo. Cayendo en las laderas del cono, los grumos de lava  se unieron para descender como arroyuelos ardientes.

 Photograph of Irazú Volcano in Costa Rica, 1965

 Volcán Irazú, Costa Rica, 1965.

En contraste, la actividad eruptiva del volcán Paricutin en 1947 mostraba una erupción de tipo “vulcaniano”, en la cual una densa nube de cenizas cargada de gases explosiona desde el cráter y se eleva a gran altura sobre la montaña. La ceniza con vapor forma una nube blanquecina cerca del nivel superior del cono.

 Photograph of Parícutin Volcano, Mexico, 1947

Volcán Parícutin, Mexico, 1947. 

En una erupción “vesubiana”, que toma como tipo la erupción del Vesubio en Itala el año 79, grandes cantidades de gases cargados de cenizas son descargados violentamente hasta formar una nube en forma de coliflor muy por encima del volcán.

 Photograph of Mount Vesuvius, Italy, 1944

 Volcán Vesubio, Italia, 1944.

En una erupción “peleana” o “nube ardiente”, como ocurrió en el volcán Mayón en las Filipinas el año 1968, una gran cantidad de gas, polvo, ceniza y fragmentos de lava incandescente son expelidos del cráter central, volviendo a caer y formando avalanchas ardientes, en forma de lengua, que se mueven ladera abajo a velocidades de hasta unos 150 kilómetros por hora. Esta actividad eruptiva puede producir una gran destrucción y pérdida de vidas si tiene lugar en lugares habitados, como demostró la devastación de St. Pierre durante la erupción de 1902 del monte Pelée en Martinica, Pequeñas Antillas.

Las erupciones “hawaianas” pueden surgir a lo largo de fisuras o fracturas que sirven como aberturas lineares, como en la erupción de 1950 del volcán Mauna Loa en Hawai; o a partir de una abertura centran como en la erupción de 1959 del cráter Kilauea Iki  del volcán Kilauea, Hawai. En las erupciones de tipo fisural, la lava fundida, incandescente, surge de una fisura en la zona de rift del volcán y alimenta corrientes de lava que fluyen ladera abajo. En las erupciones centrales, una fuente de lava ardiente se eleva hasta una altura de varios cientos de metros o más.  Esta lava se puede recoger en craters antiguos formando lagos de lava, o formar conos o alimentar flujos radiales.

 Photograph of Mauna Loa, Hawaii, 1950

 Photograph of Kilauea Volcano, Hawaii, 1959

 Volcán Mauna Loa, Hawaii, 1950.

 Volcán Kilauea, Hawaii, 1959.

La erupciones “freáticas” (o estallidos de vapor) son causadas por vapor que se expande explosivamente procedente de aguas frías subterráneas o superficiales que entran en contacto con magma o roca caliente. El hecho característico de las explosiones freáticas es que sólo lanzan fragmentos de rocas preexistentes del conducto volcánico; no hay erupción de magma nuevo. Generalmente son débiles, pero en algunos casos pueden ser bastante violentas, como en la erupción de 1965 del volcán Taal, Filipinas, y la actividad de 1975-76 en el volcán La Soufrière, en Guadalupe, Pequeñas Antillas.

 Photograph of Taal Volcano, Philippines, 1965

 Volcán Taal, Filipinas, 1965.

Las erupciones más potentes se llaman “plinianas” e implican la eyección explosiva de lava relativamente viscosa. Grandes erupciones plinianas –como la de 18 de Mayo de 1980 en el monte Santa Elena o, más recientemente, la de 15 de Junio d 1991 del Pinatubo en Filipinas- pueden enviar cenizas y gases volcánicos decenas de kilómetros en el aire. La siguiente caída de cenizas puede afectar grandes áreas a cientos de kilómetros en la dirección del viento. Flujos piroclásticos rápidos y mortales (“nubes ardientes”) se asociados normalmente a este tipo de erupciones.

 Photograph of Mount St. Helens, May 18, 1980

 Monte Sta. Elena hacia el mediodía, 18 de Mayo de 1980.

 

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La página original es:
http://pubs.usgs.gov/gip/volc/eruptions.html

 

Mantenida por Kathie Watson

Última modificación 2/5/97